“Puedes pensar que actúas como quieres. Puedes creer que tus elecciones son tuyas propias. Puedes pensar en las anteriores y creer que tus acciones siguen motivadas por ti mismo… Los más ingenuos son los más felices después de todo.
Hay una criatura que vive entre nosotros, se relaciona cada día con seres como tú o como yo, disfrazado, pasando desapercibido. Lo que nadie sabe es que él no es igual a nosotros, no tiene las intenciones que declara… él no busca tu felicidad.
La desesperación es un sentimiento que todos evitamos de forma casi instintiva, pero, ¿podemos decir que lo hacemos nosotros?, ¿has tomado decisiones irracionales que te lleven a un final en que te encuentres acorralado con una sola salida…? En palabras simples… ¿has buscado tu propia desesperación?
Esta criatura no busca nuestro bienestar, sino nuestra desesperación. Él o “eso” quiere vernos acorralados, suplicando en la frontera entre este mundo y el otro… para dejarnos morir sin piedad ya sea de forma rápida o de forma cruel y lenta.
Sabiendo estos datos, sería maravilloso para nosotros poder evitar este ser y seguir con nuestra vida en busca de nuestra felicidad y la de quienes nos rodean, sin embargo es aquí donde nuestros planes se desmoronan, pues, ¿cómo has de identificar a un ser que es igual a cualquiera de nosotros y que declara intenciones benignas?, ¿acaso habremos de desconfiar de todo hasta la locura?, no, en ese caso también estaríamos encontrando nuestra desesperación y todo el plan sería en vano.
Hay una criatura que vive entre nosotros, se relaciona cada día con seres como tú o como yo, disfrazado, pasando desapercibido. Lo que nadie sabe es que él no es igual a nosotros, no tiene las intenciones que declara… él no busca tu felicidad.
La desesperación es un sentimiento que todos evitamos de forma casi instintiva, pero, ¿podemos decir que lo hacemos nosotros?, ¿has tomado decisiones irracionales que te lleven a un final en que te encuentres acorralado con una sola salida…? En palabras simples… ¿has buscado tu propia desesperación?
Esta criatura no busca nuestro bienestar, sino nuestra desesperación. Él o “eso” quiere vernos acorralados, suplicando en la frontera entre este mundo y el otro… para dejarnos morir sin piedad ya sea de forma rápida o de forma cruel y lenta.
Sabiendo estos datos, sería maravilloso para nosotros poder evitar este ser y seguir con nuestra vida en busca de nuestra felicidad y la de quienes nos rodean, sin embargo es aquí donde nuestros planes se desmoronan, pues, ¿cómo has de identificar a un ser que es igual a cualquiera de nosotros y que declara intenciones benignas?, ¿acaso habremos de desconfiar de todo hasta la locura?, no, en ese caso también estaríamos encontrando nuestra desesperación y todo el plan sería en vano.
No puedes. No puedes evitarlo. Si de forma inminente se aproxima hacia ti, no lo sabrás; si eres su objetivo, no lo sabrás; si estás cayendo en sus redes… no lo sabrás.
Podrías no encontrártelo nunca… o podrías ser el siguiente. Nadie sabe, nadie se salva de uno de esos… Nadie puede escapar de él… del Master Perverso.”
"Mi primera experiencia en Vampiro"
A veces no es necesario tener experiencia en un tópico para poder emitir alguna opinión respecto de algo. Fuera de lo abstracto que suena esto, no creo que cause confusión dado el título del presente artículo, sin embargo me explicaré:
Roleo desde hace poco tiempo, por lo que no tengo conocimientos sobre la gran cantidad de juegos existentes. La siguiente crítica se refiere a una de mis primerísimas experiencias en este hermoso y vasto mundo.
“Vampiro: la mascarada”. Gracias a la cultura popular, internetera y todo eso, la primera idea que puede llegarnos a las personas nuevas en este mundo, es la de un juego de niñas emo y/u obsesionadas con la saga de Twilight. Pero no, no se trata de vampiros brillantes ni seres depresivos que cuestionan su existencia cada tres minutos, es posible que hasta sea peor que eso.
Lo que logré comprender de mi breve estadía en la mesa de Vampiro (debido a la extensa explicación del master de la mesa y el tiempo limitado para jugar, claro) es que los jugadores se sumergen en un mundo similar al actual en el cual existen los vampiros (no me digas). Cada jugador personifica a su propio vampiro con ciertos atributos y habilidades; pertenecen, además, a alguno de los clanes que se entrega como opción, el cual también aporta a las habilidades e incluso a la personalidad que el personaje debe adoptar.
Lo importante a tener siempre en mente, es que se debe velar por mantener escondida de los humanos la existencia de estos seres, en otras palabras, seguir con “la mascarada”.
Vayamos al punto, voy a relatar mi experiencia:
Mi personaje era un “Brujah”, que para ponerlo fácil, era una especie de vampiro anarquista; que vivía en el centro de Santiago (de Chile), lugar en que se ubicaba su departamento.
Comencé; tiré los dados para ver con cuántos “puntos de sangre” iniciaba. Empecé con dos :(
Debí hacer una tirada de “autocontrol”, que en el fondo consistía en que si fallaba me convertía en un animal desquiciado por el hambre, y fallé.
Cuento corto: El personaje salió de su hogar enloquecido, destruyó la pared de su vecina, ingresó y la hizo pedazos, devorándola en el instante. Luego, su maestro o algo parecido, apareció en la escena diciendo que ésta era la última que aguantaba, eliminándolo en el acto.
Fin de mi partida, gracias a mi suerte con los dados. Sí, así sin más.
El master no fue tan cruel, me dio otra oportunidad… ¡que fue para peor!
Sucedió algo similar, empecé con pocos puntos de sangre, pero dentro del margen del autocontrol, sin embargo debía alimentar al personaje de inmediato.
“Salí de mi hogar, un departamento en el centro de Santiago, y me encontré con una protesta (gracias… master) a la cual debí unirme, por mi facción anarquista. Carabineros me golpearon por error, me fueron a dejar al departamento y me pidieron la cédula de identidad, de la cual carecía por ser vampiro (gracias de nuevo querido master).”
El sirviente los distrajo mientras el personaje escapaba por la ventana, subiendo la escalera de emergencia (nótese que yo no escogí subir, sino que el master puso en mi boca la palabra “subir”). Estando arriba lo único que atiné a hacer fue que mi personaje saltara a la azotea al edificio contiguo… y sí, mi mala suerte con los dados entra en juego nuevamente, fallando estrepitosamente el salto y provocando la muerte al personaje por segunda vez en una misma mesa y en un mismo turno.
Ahora, hagamos un pequeño análisis:
El único componente vampírico de mi aventura fue el hecho de que necesitara de la sangre para alimentarme, ¿Lo demás? Nada. Un humano corriente. Fue prácticamente rolear “Los Sims”, con la diferencia de que en este juego estaba el peligro en cada esquina. No, en serio, ese mismo día jugué“Paranoia” y sentía menos peligro que con este juego.
¿Qué deformación de vampiros fue ésta?, Drácula podía transformarse en murciélago, lobo e incluso confundirse con la niebla de forma que le era más sencillo lidiar con sus presas; tenía una fuerza sobrehumana e igual resistencia.
¿Son realmente vampiros o simplemente son seres que se alimentan de sangre humana y punto?, hay que tener las cosas claras y justificar estas carencias y defectos.
Finalmente señalar que un juego que entrega la vitalidad de inicio (puntos de sangre) a los dados, está confiándole aspectos relevantes en demasía a los dados. Como demostré, básicamente si te salen malos dados al inicio, no juegas.
¿Punto a favor?, es realista (aunque en exceso), lo cual puede ser a favor o en contra dependiendo de la expectativa del jugador.
Conclusión:
¡Es un juego de mierda! De verdad, hay montones de juegos allá fuera para poder rolear. Jueguen “Vampiro: la mascarada” solo si quieren experimentar lo malo que puede ser un juego de rol y ver la ridícula caricaturización que se hace de un vampiro.
Este juego es un chiste, en serio.
By Jeriax
Podrías no encontrártelo nunca… o podrías ser el siguiente. Nadie sabe, nadie se salva de uno de esos… Nadie puede escapar de él… del Master Perverso.”
"Mi primera experiencia en Vampiro"
A veces no es necesario tener experiencia en un tópico para poder emitir alguna opinión respecto de algo. Fuera de lo abstracto que suena esto, no creo que cause confusión dado el título del presente artículo, sin embargo me explicaré:
Roleo desde hace poco tiempo, por lo que no tengo conocimientos sobre la gran cantidad de juegos existentes. La siguiente crítica se refiere a una de mis primerísimas experiencias en este hermoso y vasto mundo.
“Vampiro: la mascarada”. Gracias a la cultura popular, internetera y todo eso, la primera idea que puede llegarnos a las personas nuevas en este mundo, es la de un juego de niñas emo y/u obsesionadas con la saga de Twilight. Pero no, no se trata de vampiros brillantes ni seres depresivos que cuestionan su existencia cada tres minutos, es posible que hasta sea peor que eso.
Lo que logré comprender de mi breve estadía en la mesa de Vampiro (debido a la extensa explicación del master de la mesa y el tiempo limitado para jugar, claro) es que los jugadores se sumergen en un mundo similar al actual en el cual existen los vampiros (no me digas). Cada jugador personifica a su propio vampiro con ciertos atributos y habilidades; pertenecen, además, a alguno de los clanes que se entrega como opción, el cual también aporta a las habilidades e incluso a la personalidad que el personaje debe adoptar.
Lo importante a tener siempre en mente, es que se debe velar por mantener escondida de los humanos la existencia de estos seres, en otras palabras, seguir con “la mascarada”.
Vayamos al punto, voy a relatar mi experiencia:
Mi personaje era un “Brujah”, que para ponerlo fácil, era una especie de vampiro anarquista; que vivía en el centro de Santiago (de Chile), lugar en que se ubicaba su departamento.
Comencé; tiré los dados para ver con cuántos “puntos de sangre” iniciaba. Empecé con dos :(
Debí hacer una tirada de “autocontrol”, que en el fondo consistía en que si fallaba me convertía en un animal desquiciado por el hambre, y fallé.
Cuento corto: El personaje salió de su hogar enloquecido, destruyó la pared de su vecina, ingresó y la hizo pedazos, devorándola en el instante. Luego, su maestro o algo parecido, apareció en la escena diciendo que ésta era la última que aguantaba, eliminándolo en el acto.
Fin de mi partida, gracias a mi suerte con los dados. Sí, así sin más.
El master no fue tan cruel, me dio otra oportunidad… ¡que fue para peor!
Sucedió algo similar, empecé con pocos puntos de sangre, pero dentro del margen del autocontrol, sin embargo debía alimentar al personaje de inmediato.
“Salí de mi hogar, un departamento en el centro de Santiago, y me encontré con una protesta (gracias… master) a la cual debí unirme, por mi facción anarquista. Carabineros me golpearon por error, me fueron a dejar al departamento y me pidieron la cédula de identidad, de la cual carecía por ser vampiro (gracias de nuevo querido master).”
El sirviente los distrajo mientras el personaje escapaba por la ventana, subiendo la escalera de emergencia (nótese que yo no escogí subir, sino que el master puso en mi boca la palabra “subir”). Estando arriba lo único que atiné a hacer fue que mi personaje saltara a la azotea al edificio contiguo… y sí, mi mala suerte con los dados entra en juego nuevamente, fallando estrepitosamente el salto y provocando la muerte al personaje por segunda vez en una misma mesa y en un mismo turno.
Ahora, hagamos un pequeño análisis:
El único componente vampírico de mi aventura fue el hecho de que necesitara de la sangre para alimentarme, ¿Lo demás? Nada. Un humano corriente. Fue prácticamente rolear “Los Sims”, con la diferencia de que en este juego estaba el peligro en cada esquina. No, en serio, ese mismo día jugué“Paranoia” y sentía menos peligro que con este juego.
¿Qué deformación de vampiros fue ésta?, Drácula podía transformarse en murciélago, lobo e incluso confundirse con la niebla de forma que le era más sencillo lidiar con sus presas; tenía una fuerza sobrehumana e igual resistencia.
¿Son realmente vampiros o simplemente son seres que se alimentan de sangre humana y punto?, hay que tener las cosas claras y justificar estas carencias y defectos.
Finalmente señalar que un juego que entrega la vitalidad de inicio (puntos de sangre) a los dados, está confiándole aspectos relevantes en demasía a los dados. Como demostré, básicamente si te salen malos dados al inicio, no juegas.
¿Punto a favor?, es realista (aunque en exceso), lo cual puede ser a favor o en contra dependiendo de la expectativa del jugador.
Conclusión:
¡Es un juego de mierda! De verdad, hay montones de juegos allá fuera para poder rolear. Jueguen “Vampiro: la mascarada” solo si quieren experimentar lo malo que puede ser un juego de rol y ver la ridícula caricaturización que se hace de un vampiro.
Este juego es un chiste, en serio.
By Jeriax